Guarida
Descifrar qué es lo que realmente quiero suele consumir gran parte de mi energía y tiempo. Siempre ha sido así. Tanto descifrarlo como mantener la conclusión a la vista, sin que se pierda en la maraña de las obligaciones, rutinas y hábitos. Esto me pasa porque estoy hecha de capas, hay capas más superficiales del pensamiento y del cuerpo con las que es más fácil identificarme, pero que en realidad no son yo, o no son el yo que me interesa a la hora de tomar decisiones vitales.
Caminar hacia el núcleo y leerlo requiere un esfuerzo. Y es el núcleo lo que me interesa, mi propio núcleo. O el corazón, que el diccionario de portugués define como "voz secreta". Para tener derecho a ese secreto hay que trabajar.
Llevo mucho tiempo pensando qué quiero estudiar realmente. No hablo necesariamente de estudios formales, en una universidad o instituto, aunque también, por qué no. Una conclusión, no tan reciente, es que quiero estudiar mi propio cuerpo. Específicamente, técnicas para modificar estados emocionales o mentales a partir de la modificación de los estados corporales. Por eso últimamente le pongo mucho cuidado a los mensajes de mi cuerpo, porque ahí está la clave para resolver ciertas incomodidades espirituales que no se pueden quedar como están. Es trabajosísimo, trabajosísimo, sobre todo si uno tiende a la evasión.
Hoy avancé un poquito, porque vi algo obvio, que siempre ha estado ahí, pero como invisible debido a su grandeza. Vi que en un momento de mi vida entendí, o decidí, que mi cuerpo era mi única guarida. Y desde entonces lo vivo de esa forma. Se me volvió un refugio. No importa el problema, la situación, los verdaderos riesgos, yo siempre acudo a él como a una fortificación. Es algo que está automatizado. Es una pista útil. Porque sé que necesito demoler con cariño, porque el cuerpo no debe ser una cueva sino un puente. Un puente débil no sirve para nada, pero una espesura mucho menos: no deja respirar, no deja salir, no remedia nada. En algún punto fue un remedio, pero ya se secó, ya no hace efecto.
Comentarios
Publicar un comentario